Si eres un amante del vino y estás pensando en emprender una nueva profesión, puedes compaginar los negocios con el placer y adquirir conocimientos técnicos sobre este universo para convertirte en enólogo.
El enólogo es el profesional especialista en enología, que es la ciencia que se ocupa de la técnica de elaboración del vino. “Eno” significa “vino” y se deriva de la raíz griega “oinos”. Ya “logos” significa “quien estudia, quien sabe, quien es especialista”.
En otras palabras, este profesional lo sabe todo sobre los tipos de uva, la elección del suelo, los métodos de siembra, cómo cosechar y fermentar, la mejor forma de embotellarlo, las posibilidades de almacenar y vender la bebida, entre otros detalles.
En Brasil, la profesión está regulada desde 2007, permitiendo a los profesionales actuar de diferentes formas, desde el apoyo a restaurantes y bodegas, la importación de la bebida e incluso la elaboración de sus propios vinos.
Lo que se necesita para ser enólogo
Para ser enólogo hay que estudiar
Hay cursos de graduación de tecnólogos y enología, pero quienes quieran trabajar en el área también pueden tener estudios técnicos o superiores en Agronomía.
Durante el curso, el alumno contará con cursos de entomología, física, química, microbiología, entre otros. También aprenderá enología, control de calidad y análisis sensorial de vinos, así como otros temas relacionados con la temática.
¿Cuál es la diferencia entre enólogo, sumiller y enófilo?
Ahora que entendemos lo que se necesita para convertirse en enólogo, vale la pena aclarar la diferencia entre estos términos, que pueden resultar confusos.
Mientras que el enólogo es quien participa activamente en el proceso de elaboración del vino, el sumiller es el especialista en técnicas y armonización, y también es necesario realizar un curso para ser un profesional.
El sumiller suele trabajar en restaurantes, armonizando los platos con las bebidas. Pero también puede trabajar en el área de eventos, hoteles, retail y bodegas, así como bodegas y bodegas. Es su responsabilidad comprar y negociar vinos, preparar la carta de vinos, almacenar y conservar las botellas.
Por último, el enófilo es ese apasionado del vino, ¡como tú que estás leyendo nuestro blog! Es la persona que no tiene formación, pero sí mucho conocimiento sobre este universo desde su experiencia práctica.
Ser enólogo les dará a los amantes del vino la oportunidad de estar aún más cerca de la bebida, además de ganar dinero con esta pasión y ¡degustar siempre buenos vinos!